Ser estudiante en ambientes virtuales de aprendizaje
Hoy en día el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han venido a transformar la forma en como interactuamos, pero sobretodo, la manera en como
aprendemos.
El proceso educativo se enfoca más al aprendizaje que a la
enseñanza, incorporando actividades y experiencias estimulantes para la autogestión y la
colaboración. La participación del estudiante se distingue por aprender de manera
independiente, ya que tiene a su disposición un conjunto de elementos que le permiten
contar con tutoriales e información para el autoaprendizaje y no depende del docente para
tener acceso a ello.
De ser pasivo a ser proactivo
En un entorno virtual no hay lugar para un aprendizaje pasivo y dirigido, el cual se
caracteriza por la sumisión del alumno ante el conocimiento absoluto e inapelable del
profesor. El estudiante en línea no espera a que el docente le indique lo que tiene que
hacer; toma un papel activo al involucrarse en el proceso como responsable de su
aprendizaje; a diferencia del estudiante presencial que puede mantenerse escuchando sin
hacer una intervención para pasar inadvertido. Las herramientas de comunicación permiten
la interacción y colaboración entre pares, lo cual promueve la autocrítica en la dinámica
grupal. Además, en la modalidad en línea, existen recursos tecnológicos que generan
registros que identifican si el estudiante participó o no.
El estudiante en línea no está sujeto a espacios físicos con horarios rígidos, la flexibilidad
da paso a la autorregulación; lo que implica que él determine: dónde, cómo, cuándo, y
cuánto estudia, otorgándole un papel protagónico dentro del proceso educativo. La ventaja
que supone no tener que trasladarse a un lugar específico, en un horario establecido, hace
incluyente la modalidad; porque permite que cualquier persona, independientemente de
sus ocupaciones o circunstancias de movilidad, se incorpore a un programa educativo; ya
que, cualquier persona con acceso a Internet puede estudiar en línea en cualquier lugar y
en cualquier momento.
En el aula virtual, el estudiante cuenta con una serie de materiales recomendados por los
desarrolladores del curso para potenciar el aprendizaje, interactúa con los contenidos y con
sus compañeros para construir el conocimiento y ampliar sus experiencias; a diferencia de
la modalidad presencial, en la cual se limita a recibir explicaciones e indicaciones verbales
por parte del docente.
Las características que deben poseer un estudiante en línea y los retos que enfrentará son:
· Actitud proactiva
· Compromiso con el aprendizaje.
· Conciencia de las actitudes, destrezas, habilidades y estrategias propias
· Actitud para trabajar en entornos colaborativos
· Metas propias.
· Aprendizaje autónomo y autogestivo
Retos para el estudiante en línea:
· Dejar atrás el aprendizaje dirigido
· Adoptar una actitud crítica y creativa
· Cuestionar, replantear, investigar e idear
· Evitemos tan sólo memorizar y repetir
· Adaptarse al trabajo en un entorno cambiante
· Fortalecer la comunicación escrita
· Dejar atrás los entornos competitivos
· Gestión y administración del tiempo.
· Destrezas comunicativas
El desafío más grande que enfrentamos como estudiantes en línea es convertirnos en
alfabetas digitales, es decir, poder identificar cuando hay una necesidad de información;
trabajar con diversas fuentes y códigos; saber manejar la sobrecarga de información y
discriminar la calidad de las fuentes; organizar la información y utilizarla eficazmente; saber comunicar a otros la información encontrada.”(Cabero Almenara & Llorente Cejudo, 2008,pág. 13).